Hay sitio para todos
La Yoga, si es que se puede definir, no se circunscribe a ningún patrón, marco, teoría o ideología en exclusiva. Cada Cultura, Sociedad, crea su Yoga, o mejor dicho, sus Yogas.
Yoga es «Ayuntarse», con todos sus pros y contras, y promueve una especie de Homogeneización grupal, Unifomidad inter e intraindividual, es la propuesta más generalizada.
Esta tendencia es complementaria a los Yogas «Disolutos» pues promueven la separación para mostrar su polaridad, otras capacidades, potencialidades, así, conforme se aprecia por el practicante la inversión simbólica, se resquebraja, rompe la simetría, y se encamina a la Heterogeneidad. Ambas tendencias son Reales y valen por igual.
Respecto de la Neurociencia y sus espejismos, confirmamos que es un Sin Sentido hilar sobre una supuesta C(c)oncien(s)cia(s), o sobre lo Espiritual, la Mente, o la Psique.
La Yoga en su presentación a Occidente, a finales del siglo XIX, como se ha mostrado en diversos estudios de historia generativa, es un préstamo intelectual de la Psicología Biofísica de Williams James, pues la Tradición en cuanto a los cualificadores semánticos es precaria.
El trabajo de W. James, como todos los de su categoría, no distinguen entre quien observa y es observado, pues son homomorfos. El resultado es desconcertante, como se desprende de todas las Psicologías imaginables, pues del constructo psicológico no se puede predicar si la observación es íntegramente del observado o más bien, en su totalidad, del propio observador.
La Neurociencia, su estatus epistemológico es negativo, no es plausible desde la razón, cuando persigue, siguiendo a James, la Consciencia, o incluso una Supraconsciencia. La Década del Cerebro, un tiempo y gasto sin rendimiento alguno.
los Yogas son ofertados, es su función social, para inducir la creencia que es soportable la condición de existir y el hecho de ser mortales, perecederos.
Además la Ciencia, técnicamente, es una máquina con unos engranajes cambiantes según el momento histórico, por tanto dependiente de múltiples factores ajenos a ésta.
La llamada Ciencia(s), es ingenieril, se confirma con «Teorías Efectivas» que no Eficaces, ejemplo las teorías de Hawking. Cumple con su cometido si el comprador reconoce que «le» «funciona» ‘bien’.
De hecho, debido a que no es un sistema axiomático de conocimiento, la Ciencia no es susceptible de filosofar sobre ella misma, pese al intento frustrado de proponer una «Filosofía de la Ciencia». Se trata de discurrir sobre un mecanismo! Una tarea estéril en sí misma.
En román paladino, los Yogas son ofertados, es su función social, para inducir la creencia que es soportable la condición de existir y el hecho de ser mortales, perecederos.
Aunque sea a regañadientes son bienvenidos en todos los Sistemas Culturales, proporcionan cohesión y disminuyen la conflictividad, al menos en su definición de «Ayuntamiento» .
Por ello la propuesta más honrada es la Yôga, con circunflejo, original, del afrontamiento con el mundo exterior e interior, desnudos, haciendo tabula rasa, primigenio, casi como en el mismo instante que nos dimos cuenta de nuestra existencia.
Karuna para Tod@s!, con permiso de la RAE
Francisco Sánchez. Profesor de Ñañi Yoga. Consultor de Medicina Alternativa y Complementaria. Ponente Congreso Mundial Medicinas Energéticas, Mónaco 1986, "Termodinámica de Procesos Irreversibles y Dialéctica Inn-Yang". Sus textos de cabecera, "Le Principe Unique" de Nyoiti Sakurazawa, "Self-Organization un Non-Equilibrium System" de Ilya Prigogine, "Yoga e Inmortalidad" de Mircea Eliade