El Yoga corre peligro

El yoga corre peligro, no el Yoga como concepto que puede tener cada persona que es la unión Cuerpo-mente y al cual puede llegar cada persona de formas varíadas sin haber tocado jamás una clase de yoga (permíteme que ahora lo diga con letra minúscula). Yoga ha sido absorbido por la maquinaria y la mentalidad de Occidente y en la última década se ha convertido en un nicho de mercado más donde obtener dinero: merchandising, ropa, formaciones,… (vaya por delante que yo también cobro por mis formaciones), pero me siento preocupado. Aunque el yoga como concepto pueda datar de 20000 a 30000 años antes de Cristo, los primeros registros escritos los refleja Patanjali estableciendo el Yoga a través de sutras, cubriendo todos los aspectos de la vida, código de conducta y estableciendo las premisas para el estudio de la meditación. Estimado lector(a), el objetivo final es la mente, no el cuerpo y, sin embargo, dentro de mi trayectoria personal y profesional (desde 2001) no he encontrado menos acciones yóguicas que dentro del mundo del yoga.

¿De qué corre peligro el Yoga?

En términos generales, las situaciones más cercanas que estoy observando hoy en día son:

• De convertirse en una disciplina Fitness más: acrobacias, postureo, contorsionismo,…
• De convertirse en un sistema de rehabilitación, ojo que la línea entre lo terapéutico y adecuado y la rehabilitación es muy fina y se comienza a rebasar.
• Estudiar la biomecánica es conveniente y adecuado. Aprovecho para informar, los atlas de anatomía de músculos para yoga asanas son interesantes, pero hasta ahora no he visto ninguno, ni en castellano ni en inglés, que tenga en cuenta la fisiología articular, los rangos articulares óptimos, los rangos adecuados y no lesivos de una flexo-extensión del raquis, que describa la importancia de los subsistemas pasivos en la mecánica articular, de los tiempos que debe mantenerse un asana y porqué, la similitud de un asana en la actividad isométrica y la excéntrica, la eficacia del pranayama antes, durante o después. Obviar esto convierte la práctica del asana en algo peligroso o potencialmente lesivo (guiño a mis alumn@s). Si conocen un libro de Yoga que lo describa, por favor no tarden en notificármelo porque lo compraré ávido.

¿Qué supone estos riesgos para el Yoga?

• La pérdida de la esencia y filosofía milenaria
• La estafa y engaño a futuros profesores
• El engaño al alumnado que acude a clases de yoga asanas
• La posibilidad de causar lesiones encubiertas, dado que España no contempla una base de datos médicas como la que recoge Estados Unidos
• De ser el hazmerreir: ¿Yoga con cabras? ¿Yoga con Birra?

¿Que sucede con el Yoga terapéutico?

Aquí la línea es más sutil si cabe. Yoga se convierte para algunas escuelas de Yoga terapéutico como un sistema de reacondicionamiento o de pautas biomecánicas para recuperar lesiones, acabando los alumnos pidiendo indicaciones para tratar esta o aquella lesión. Se alopatiza el Yoga como se alopatiza el resto de las terapias naturales, toma cúrcuma para esto o aquello para evitar tomar un paracetamol, perdiendo su dimensión holística y humanista. ¿Aviso para navegante! No tardarán ciertos colegios profesionales sanitarios en poner la voz de alarma sobre esta situación.

Yoga terapéutico debe crear un estandard que se ajuste lo máximo a todo el mundo, llevando a cabo una práctica basada en una cinemática estudiada y siguiendo el objetivo final que ya estableció un filósofo hace miles de años (esto nos aleja del fitness aunque nos mantiene en el Wellness). Los alumnos no necesitan saber como hacer una adaptación de Sarvangasana elaborada y mecanizada, sino ser consciente si esa propuesta es concebible dentro del Yoga terapéutico y cuáles pueden ser sus consecuencias.

Si el camino es crear un nuevo sistema de rehabilitación para tratamiento de personas, estamos equivocados, eso es una actividad sanitaria y por supuesto NO ES YOGA